Antes se creía que los cubrebocas no funcionaban ya que el COVID-19 no se encontraba en el aire, por ende, no se transmitía con solo respirar, si no que se trasmitía de persona enferma a persona sana al no guardar una sana distancia.
Anteriormente se recomendaba que únicamente las personas con síntomas respiratorios como tos, fiebre y dolor de garganta utilizaran esta medida de protección para evitar contagiar a los demás. Pero a medida que pasó el tiempo se dieron cuenta de que muchas personas son asintomáticas, así que se recomendó el uso de cubrebocas siempre cuando se salga a lugares públicos, aunque no presenten síntomas.
A continuación se enuncian seis mitos y realidades sobre el uso de cubrebocas.
- Mito: El cubrebocas no sirve
Realidad: Tiene la función de disminuir el contagio porque detiene las gotas de saliva cuando se tose y habla.
- Mito: El cubrebocas se debe de usar todo el tiempo.
Realidad: Sí se debe de usar todo el tiempo, es importante utilizarlo cuando se salga a lugares públicos. Se debe evitar desabastecer este producto ya que existen personas que necesitan usarlo diariamente.
- Mito: El uso de cubrebocas es necesario hasta en la casa.
Realidad: No es necesario usarlo en la casa, solo es necesario si va a salir a lugares públicos. Aunque no se presenten síntomas es muy importante el uso de cubrebocas al igual que en el transporte público.
- Mito: El cubrebocas puede estar hecho de cualquier material, inclusive hacerlo nosotros mismos
Realidad: El cubrebocas si puede estar hecho de cualquier material, pero deben ser de materiales que no sean semipermeables, aunque no brinden una seguridad.
- Mito: Puede durar mucho tiempo en uso.
Realidad: El cubrebocas tiene un periodo de uso tiempo estimado es de 2 a 3 horas. Deben de ser remplazados después de ese tiempo, ya que empiezan a humedecerse y se rompe la barrera de protección.
- Mito: No es eficiente el cubrebocas sin filtro
Realidad: Depende de la actividad que se vaya realizar. Los cubrebocas sin filtro son elementos para la vía respiratoria que ayuda a bloquear las gotas más grandes de partículas, derrames o salpicaduras que podrían contener microbios, virus o bacterias, evitando que no lleguen a la nariz o boca. La función del filtro es no permitir que pasen partículas mayores de 5 micras que se encuentran en el aire.