El Coyol (Acrocomia totai) es originario de Brasil, donde se lo conoce como la palmera más común. Sin embargo, se puede encontrar en otros países de América Latina. Mide entre 5 y 15 metros de altura, tiene espinas en su tronco y hojas y soporta bien las sequías.
También conocido como Cocoyol es comúnmente utilizado para hacer un dulce típico mexicano hecho con los frutos de la palmera cocidos en almíbar de piloncillo y canela, en Lázaro Cárdenas se le conoce como Conserva de cocoyol. Los frutos de la palmera que también reciben el nombre de coyules, poseen escasa pulpa externa, una gran semilla de cáscara gruesa, núcleo comestible (similar en textura y color a la copra) y tienen del tamaño aproximado de una ciruela.
Aplicaciones
Su fruto se divide en cuatro partes: la cáscara, la pulpa, el endocarpio (parte dura que envuelve a la semilla) y la almendra. Con su pulpa se produce un aceite recomendado para la fabricación de biodiésel, de biokerosene y del propio aceite de coyol. Casi todo en este fruto es aprovechable.
El aceite hecho con su almendra tiene características ideales para la fabricación de cosméticos, ya que facilita la penetración del producto en la piel. Al procesar tanto los frutos como la cáscara, se obtiene una pasta rica en proteínas buena para alimentar al ganado. El endocarpio se puede emplear para el tratamiento del carbón activado, que se utiliza como filtro para purificar aire y líquidos.